Surge a principios del siglo XX un movimiento emancipatorio de los ciegos de España, que desemboca en la creación de ONCE en 1983, desarrollándose desde entonces una gran actividad y desarrollo en diversidad de ámbitos. Esto ha permitido alcanzar un nivel de calidad de vida independiente de los ciegos españoles, y de solidaridad con el resto de personas con discapacidad. Según el Artículo 1º del Real Decreto que regula la ONCE, su misión social es la consecución de la autonomía persona y la plena integración de las personas ciegas y con deficiencia visual grave, mediante la prestación de servicios sociales, que ejerce en todo el territorio español funciones delegadas de las administraciones públicas, bajo el Protectorado del Estado.