La Fade, en previsión a lo que iba a ocurrir vista la «abultada lista de comparecientes convocados y el escaso tiempo del que dispondría» cada uno, optó por emitir la valoración de la patronal por escrito. La secretaria de acción sindical de UGT en Asturias, Mar Celemín, decidió abandonar la sede parlamentaria al comprobar el retraso que acumulaban las comparecencias, mientras que CC OO directamente no envió a ningún representante, como viene haciendo desde hace años. De la treintena de agentes convocados, finalmente sólo comparecieron los portavoces de la Organización de Trabajadores de la Enseñanza de Asturias (OTECAS), la Federación de Asociaciones de Mayores del Principado de Asturias (FAMPA), y los sindicatos CERMI, SUATEA, ANPE y SIMPA, que recibieron el agradecimiento «por su presencia y su paciencia» por parte del presidente de la comisión.
La decisión de los tres agentes sociales que participan en la concertación social de no comparecer fue criticada por la formación morada. Podemos dijo «contemplar con sorpresa» que estas organizaciones «no se hayan dignado» a presentarse en el Parlamento asturiano para comparecer en el debate sobre el proyecto de cuentas «que destina a Fade, CC OO y UGT más de dos millones de euros en distintas líneas de ayudas directas». Concretamente, 1.350.000 euros -450.000 euros a cada una, de forma nominal-, en calidad de «representación institucional». «Cuesta creer que esté justificado que determinados sectores de la patronal, que predican austeridad, reciban 450.000 euros en concepto de representación institucional cuando no acuden a responder a preguntas sobre unas cuentas decisivas para la vida de los asturianos», reprochó Daniel Ripa.